¡Hola! Si estás aquí es porque tienes una esponjita facial de konjac, o estás pensando en pedir una.
Utilizar y cuidar tu producto es muy sencillo. Te platicamos los pasos para que tú y tu piel disfruten de todos sus beneficios.
Antes de estrenarla:
Lo primero que debes hacer es lavar tu esponja antes de estrenarla. Te recomendamos frotar un jabón neutro o suave en tus manos, y con la espuma que se formó, lavar tu esponja. Después debes dejarla secando en un lugar en donde no corra o se encharque agua. Colgada en el monomando de tu lavabo es un buen ejemplo (la llave de donde sale agua).
Para usarla:
- La esponja cuando está seca es dura. Para utilizarla debes de sumergirla o remojarla en agua tibia durante un par de minutos, hasta que la absorba y se ablande.
- Ahora tienes dos opciones: usarla con tu jabón facial o usarla solo con agua. Yo siempre la uso con mi Jabón Facial de Jalea Real. Si vas a utilizarla con jabón, frótalo en la superficie plana de tu esponja.
- Masajea tu rostro con la esponja, con movimientos circulares. La parte plana la puedes usar para toda tu cara, y la parte redonda la puedes usar para los costados de tu nariz.
- Al terminar de limpiar tu cara, enjuaga tu esponja. Exprime delicadamente para quitarle el exceso de agua y deja colgada secando. De nuevo, en un lugar en donde no corra o se encarque el agua. Debe regresar a su estado sólido.
Y listo :) con un uso y cuidado correcto, tu esponja tendrá una vida útil de hasta 6 meses.
¡Disfruta! Si tienes dudas escríbenos en la sección de comentarios o a hola@naranda.mx